Título
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Neptuno conduciendo a sus caballos marinos |
Género/Asunto
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Mitología Clásica/Dioses Olímpicos
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Atributos
iconográficos
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Tridente e hipocampos
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Autor
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Leonardo da Vinci
(1452-1519)
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Escuela
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Italia, Florencia
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Período-Cronología
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Circa 1504
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Soporte y técnica
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Dibujo a lápiz negro
sobre papel
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Dimensiones
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25,1 x 39,2 cms.
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Localización
(Institución, Colección)
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Inglaterra,
Biblioteca Real del Castillo de Windsor
(RL 12570)
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ICONCLASS
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92 H 1
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The Royal Collection © Her Majesty
Queen Elizabeth II
Fuentes:
Himno Homérico 22,1;
Virgilio, Eneida, I, 17 y ss.
Descripción:
Como otras tantas creaciones del
genial artista, el Neptuno de Leonardo es obra única por su vigor plástico,
conseguido apenas con unos pocos trazos, desiguales y muy dinámicos. Sus
perfiles demuestran la preocupación del artista por los procesos de génesis,
comienzo y desarrollo del movimiento, verdadera obsesión del pintor. Un rápido
vistazo a este croquis nos confirma que Leonardo, con la airada figura de
Neptuno y sus cuatro corceles marinos, procuró expresar la furia de las olas en
su veloz andadura, como manifestación inequívoca del movimiento en toda su
potencia. Según palabras del propio artista, extraídas de su Tratado de Pintura (1498) “la figura más
loable es aquella que por su acción expresa la pasión que la anima”…Y Neptuno,
con la energía contenida de unos musculosos brazos que empuñan,
respectivamente, las riendas de los hipocampos y su tridente, es un personaje
lleno de pasión, que expresa de forma prodigiosa la fuerza de su reino marino.
Del mismo Tratado de Pintura hemos
seleccionado unas palabras que bien pueden definir la figura del dios marino,
como la del “hombre airado… con los cabellos encrespados, las cejas bajas y
fruncidas, los dientes apretados y las comisuras de la boca arqueadas”.
También los caballos, aunque animales
quiméricos, son la expresión de algunas ideas del maestro: “Cuando representes…
algún donoso animal, recuerda que has de huir de todo aspecto leñoso, esto es:
que se muevan con tal equilibrio y balanceo que no parezcan un trozo de madera.
A quienes pretendas fingir fuertes, no los hagas tales, sino en el girar de su
cabeza”. En los caballos de Neptuno, la sensación de balanceo es fácil y
perfecta y el giro de sus cabezas –muy marcado en los situados a la derecha de
la composición- muy expresivo. Precisamente es el balanceo ascensional de los
caballos el pretexto que nos invita a mirar, como espectadores, a lo alto,
hasta la mano de Neptuno; con ello, nuestra comprensión de la obra origina una
forma cerrada, piramidal y clásica; el eje vertical de la misma, que proporciona
estabilidad al conjunto, es el cuerpo del dios, cuya postura produce, al
mismo tiempo, un rotundo giro sobre sí mismo.
Como se ha señalado a menudo, parece
que la fuente de inspiración para esta composición pudiera haber sido el relieve de un
sarcófago, entonces en el exterior de la iglesia de Santa María in Aracoeli (Roma), hoy en el Vaticano. Sea como fuere,
consideramos que a través de esta recreación personal del tema clásico, el
interés primordial del artista Leonardo
fue indagar y experimentar con el movimiento y el dramatismo de las
figuras, con su más íntimo pathos,
como lo había hecho en otras tantas ocasiones.
Observaciones:
Sabemos por Giorgio Vasari (Vita di Leonardo, ed. 1550 y 1568) que el
artista estuvo en Florencia entre 1500 y 1508. Junto a otras obras, el artista
ejecutó un gran grabado con el dios del mar para su amigo Antonio Segni,
maestro de la ceca vaticana. Añade el biógrafo florentino que dicho dibujo fue
entregado a Giovanni Gaddio, por Fabio, hijo del artista, acompañado por el
siguiente epigrama:
’Pinxit
Vergilius Neptunum: Pinxit Homerus
Dum
maris undisoni per vada flectit equos.
Mente
quidem vates illum conspexit uterque
Vincius
ast oculis; jureque vincit eos.’
Dicha obra, muy celebrada durante el
siglo XVI, ha desaparecido. Algunos autores señalan que el dibujo de la
Colección Real de Windsor pudiera ser un diseño preparatorio para la misma. Un gran dibujo de la Academia Carrara,
en Bérgamo ha sido considerado, asimismo, como una copia parcial del diseño que
Leonardo realizara para su amigo Segni. La inscripción autógrafa “abassa i chavalli”
puede leerse en la parte superior del dibujo.
Bibliografía:
Gnaedinger, F.,
Zurich, Geometry in Art; John the Baptist © 1974 -2006 www.seshat.ch,
fg(a)seshat.ch, fgn(a)bluemail.ch / provisional version in freestyle English .
Rodríguez López, M.I., Posidón y el thíasos marino en el arte mediterráneo (desde sus orígenes
hasta el siglo XVI), Madrid, 1993.
Zollner, F., Nathan, J., Leonardo Da Vinci: The Complete Paintings and
Drawings, Berlín, 2003.
The Art of Italy. The Royal Collection in the
Renaissance.
Universal Leonardo http://www.universalleonardo.org/work.php?id=461
María Isabel Rodríguez López
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