3 de diciembre de 2011

Comentario Iconográfico del mosaico del Triunfo de Neptuno en las Grandes Termas Marítimas de Ostia.

Triunfo de Neptuno. Mosaico de opus tessellatum. Ostia, Grandes Termas de Neptuno (18,30 x 10,40 m.). S. II d.C.
Fuentes
Homero, Ilíada, XIII.
Descripción:

La construcción de complejos termales romanos favoreció en ellos la ubicación de mosaicos con asuntos relacionados con el agua, de acuerdo con el principio del decoro propugnado por Vitruvio. Esta celebrada composición del puerto ostiense sirvió de modelo iconográfico para otras obras que tienen como asunto principal El triunfo de Neptuno, tema que alcanzaría gran popularidad a lo largo de todo el Imperio y que habría de sobrevivir en Occidente hasta finales del siglo XIX. 

El soberano del mar ocupa el eje central de la composición: es una figura estante que conduce con su diestra las riendas de los cuatro corceles marinos que le sirven de cabalgadura y sostiene un tridente con la mano izquierda. Impetuosa y enérgica, la fabulosa cuadriga avanza hacia el margen izquierdo de la composición y en su desplazamiento hace ondear al viento la clámide del dios. Tanto la actitud y posición de Neptuno -con las piernas muy abiertas, estirada una y flexionada otra, y el cuerpo inclinado hacia delante -,  como la variedad en la disposición de los corceles subrayan notablemente el vigoroso movimiento del cuadro. Los detalles anatómicos del dios y de sus caballos exhiben una musculatura muy marcada, que contribuye, asimismo,  a reforzar la impresión de fuerza y movilidad. Rodeando este grupo central  aparecen varias figuras de nadadores, delfines cabalgados por erotes y otros peces, además de dos hermosos toros marinos, uno de ellos montado por una nereida, acaso Anfítrite. 

La figuración exterior de la composición la constituye un hermoso cortejo marino formado por tritones que soplan sus caracolas, ictioentauros y toda suerte de animales fantásticos de sinuosas extremidades que, junto con los animales reales del mar,  acompañan con júbilo a su dios en señal de triunfo. La bordura del mosaico es una sencilla franja lisa, que enmarca el conjunto. Muy similar en cuanto a estilo e iconografía se refiere y próximo en la geografía de su hallazgo, es el Mosaico de Rissaro.


Observaciones:

Las Termas de Neptuno son las instalaciones más importantes de la ciudad entre las de su género. Comenzaron a edificarse en tiempos de Domiciano, siendo continuadas las obras en tiempos de Adriano y finalizadas bajo el reinado de Antonino Pío, que las financió personalmente, en 139 d.C. Los temas de la mitología marina son muy abundantes en los mosaicos de Ostia Antica. Además del mosaico analizado, destacan las representaciones marinas en las llamadas Termas de los Césares, Termas de Buticosus, Domus de Apuleyo y el  Foro de las Corporaciones, entre otros.

Bibliografía:
Becatti, G., Scavi di Ostia. Mosaici e Pavimenti marmorei IV, Roma, 1961.
Rodríguez López, M.I., Posidón y el thíasos marino en el arte mediterráneo (desde sus orígenes hasta el siglo XVI), Universidad Complutense de Madrid, 2001. ISBN: 84-8466-130-X
                                                                                                                                       
                                                                   María Isabel Rodríguez López

Comentario Iconográfico del mosaico de Océano en la villa romana de Carranque

 












Mosaico pavimental polícromo de la villa romana de Materno. Carranque, Toledo.
Anónimo. Hacia 354 d.C.
Fuentes:

Hesíodo, Teogonía, 133 y ss. y 337 y ss.; Ilíada, XIV, 210, 246, 302; XXIII, 205; Odisea, XI, 13, 693 y XII, 1; Himno a Demeter, 418 y ss., Píndaro, V, 2 y Pítica, IX,.14. Esquilo, Prometeo encadenado, 136 y ss., 793 y ss., Apolodoro, Biblioteca, I, 1,3 y 2,2, Apolonio de Rodas, Argonaútica, II, 1235, Diodoro Sículo, V, 66, Himnos órficos 22 y 83.

Descripción:

Adaptado a un pavimento absidado que se abre en el pasillo del peristilo norte de la villa, frente al Oecus de ésta,  se localiza el mosaico de Océano, una original y novedosa  interpretación del prototipo iconográfico que tratamos. Como en sus modelos africanos, el mascarón  del dios  ocupa el semicírculo de un pequeño ninfeo, y su venerable rostro destaca sobre el fondo de teselas blancas.
El titán está rodeado de varias especies de animales marinos, reales y fantásticos, que se mueven con libertad  a su alrededor dando la sensación de un acuario.  También pueden distinguirse varias plantas acuáticas de movidos tallos, que completan la  ambientación del conjunto. Habiéndose encontrado un desagüe en uno de los lados del estanque  y observando que el pavimento posee un ligero desnivel que podría haber facilitado la eliminación del agua, se ha sugerido que contuviera agua, hecho que acrecentaría, sin duda, la impresión de ilusionismo.
Sobre las sienes, este Océano posee dos potentes pinzas de cangrejo, además de  varios pares de extremidades de crustáceo y unas orejas de toro o vaca que le otorgan una apariencia inconfundible y fabulosa.  Las orejas de bóvido fueron atributo iconográfico utilizado con relativa frecuencia en los Océanos de los mosaicos tunecinos,  y su origen  puede rastrearse en las representaciones más arcaicas del río Aqueloo (hijo, como todos los ríos, de Océano y Tethis) dadas en la cerámica griega; como atributo iconográfico,  estos apéndices son un signo parlante de la fecundidad que se encierra en el abismo oceánico.
El dios posee rasgos amplios, ojos almendrados y nariz finamente diseñada. Su frente aparece arrugada como signo de ancianidad y el brillo de sus ojos grises destaca sobre su tez oscura.   Tiene una faz serena, enmarcada por una copiosa cabellera plateada, cuyos  resplandecientes bucles constituyen la imagen más significativa del propio medio oceánico.  Esta cabellera se prolonga y crece, como si fuera el caudal oceánico, formando una extraordinaria y tupida  barba  de  profundas ondulaciones, diseñadas con gran sabiduría.  Tales ondas producen un efecto lumínico muy interesante y simulan un remolino acuoso, turbulento y recóndito.  Su bello y expresivo rostro ha sido concebido frontalmente,  con gravedad, como si de un ente religioso, mágico o catártico se tratara. Estilísticamente, tal concepción  artística parece anticipar la estética  que caracteriza al primer arte medieval cristiano. 
Aunque  la presencia del dios marino resulta muy apropiada en el  contexto de un estanque,   todo parece indicar  que la figura encierra un profundo simbolismo.  Algunos autores (Fernández Galiano y  Sampedro Mendes) han apuntado que  el programa iconográfico de los mosaicos de la villa es de carácter funerario, vinculados con el primer cristianismo y la idea de la Resurrección.  No podemos olvidar que algunas de las divinidades marinas y entre ellas Océano, fueron iconos comunes en la decoración de los sarcófagos desde mediados del siglo III, como encargados y garantes del tránsito del alma  al más allá (Rodríguez López).


Desde el punto de vista técnico este mosaico destaca por su fina factura, con teselas colocadas de diferentes  formas,   buena parte de ellas  “en abanico”, procedimiento muy habitual en el siglo IV de nuestra Era.
Observaciones:

Gracias al descubrimiento fortuito de un mosaico, en 1983 comenzaron las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Carranque.  Tras  largos años de trabajo, el sitio  se ha puesto en valor como Parque Arqueológico. El  un conjunto consta de varios edificios: - Edificio A o  Palatium: en origen de carácter público; se trata de un edificio de representación de dueño de la villa, que con posterioridad pasó a ser un centro cultual. Edificio B o   ”Mausoleo: un lugar de enterramiento del dueño de la villa y su familia.  Edificio C o  “Casa de Materno”: una gran mansión que servía de vivienda. Y por último, en la cuenca izquierda del río, otros monumentos, los cubos de molino, estructuras hidráulicas, y parte de una posible segunda Villa.

Bibliografía:

Arce J. (2003): «La villa romana de Carranque (Toledo, España): identificación y propietario», Gerión 21-2: 17-30. Versión on line: http://revistas.ucm.es/ghi/02130181/articulos/GERI0303220015A.PDF
Díez del Corral Corredoira, P. (2004): «El mar en el fin del mundo: océano en la musivaria de gallaecia», Gallaecia, 23: 35-56.  On line: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=963541
Carrasco Serrano, G. (ed.) (2008):  La romanización en el territorio de Castilla-La Mancha, Cuenca.
fernández galiano, d., patón lorca, b., batalla carchenilla, c. mª. «Mosaicos de la villa de Carranque.», VI Coloquio Internacional sobre mosaico antiguo (Palencia-Mérida, Octubre 1990), 1994, pp. 322-324.
García Entero, V. (2004): «Algunos apuntes sobre el jardín doméstico en Hispania», An Murcia 19-20: 55-70.

López Monteagudo, G. (1997): «Personificaciones alegóricas en mosaicos del Oriente y de Hispania: la representación de conceptos abstractos»,  La tradición en la Antigüedad tardía, Antig. Crist. XIV : 335-361.
Patón Lorca, B. (1992): « La Villa de Carranque: arquitectura y mosaico», Revista de arqueología, Nº 129, 1992: 30-39.
Rodríguez López, M. I.  (1993):  Posidón y el thíasos marino en el arte mediterráneo (desde sus orígenes hasta el siglo XVI). Madrid, UCM.

                                                                                                                                                     María Isabel Rodríguez López