1 de febrero de 2011

Comentario descriptivo de un mosaico romano de Antioquía...




Fuentes: Hesíodo, Teogonía, 133 y ss. y 337 y ss.; Ilíada, XIV, 210, 246, 302; XXIII, 205; Odisea, XI, 13, 693 y XII, 1; Himno a Demeter, 418 y ss., Píndaro, V, 2 y Pítica, IX,.14. Esquilo, Prometeo encadenado, 136 y ss., 793 y ss., Apolodoro, Biblioteca, I, 1,3 y 2,2, Apolonio de Rodas, Argonaútica, II, 1235, Diodoro Sículo, V, 66, Himnos órficos 22 y 83.

  Descripción: De lo que debió ser en su día un espléndido mosaico pavimental de gran formato, se conservan en la actualidad unos  fragmentos  figurados que nos permiten  reconstruir una composición  hermosa y de extraordinaria calidad,  protagonizada por la pareja de  titanes marinos, concebidos como figuras humanas sedentes  destacadas sobre un “acuario”.   El fondo de la composición es también el fondo oceánico, realizado con teselas de tonalidades grisáceas, azules y verdosas,  y constituye el marco ambiental en el que se  desplazan libremente, en varias direcciones,   diversos animales marinos.  Levemente recostados, con indolente actitud, Océano y Tethis dominan el cuadro,  efigiados en un plano adelantado sobre el citado fondo oceánico que ambos personifican.  Sus tranquilas actitudes reflejan la calma del espacio que habitan,  mientras la riqueza que dispensan queda encarnada en la variedad de peces  situados junto a ellos.
Océano, representado de cuerpo entero, semidesnudo e identificado por el remo, es una figura característica del prototipo  iconográfico conocido como Océano-río.  Su imagen transmite poder y serenidad: posee cabellera abundadísima, grisácea y ondulada, como movida por el mar. Cubre la parte inferior de su cuerpo  con un manto plateado que tapa su sexo y que se envuelve, con gran elegancia, sobre uno de sus brazos. La cabeza, girada casi por completo hacia su derecha (dirección en la que clava  también su mirada)  está tocada con las habituales pinzas de cangrejo, y sobre su pecho parecen brotar  las algas marinas, atributo excepcional en el cuerpo del dios.  Próxima a él, una sierpe marina constituye otro  de los atributos  más característicos de su divina personalidad.
La representación  de Tethis  en este mosaico es, sin embargo,  un prototipo excepcional en la iconografía romana.  Representada de cuerpo entero, como si de una nereida se tratara, sólo se diferencia de estas míticas criaturas por las pequeñas alas que surgen de sus sienes, atributo que no deja duda sobre su filiación y que habitualmente se ha puesto en relación con su fecunda personalidad.  Podría pensarse, dada la excepcionalidad del tipo, que se trate de una contaminación iconográfica, hecho que no sería extraño en época tardía.  Como su esposo, tiene el cabello largo y ondulado (aunque oscuro) y  se exhibe parcialmente ataviada con una clámide de pliegues plateados  cuyo aspecto imita  los reflejos del mar.  Uno de sus brazos, extendido,  nos hace pensar que en su mano (hoy perdida) pudiera haber sostenido un pez, como es habitual en representaciones posteriores de la Titánide. El gran delfín, símbolo de la calma  marina, que aparece bajo sus pies,  es otro de los atributos iconográficos asociados tradicionalmente a las divinidades femeninas del mar. Por todo lo expuesto, consideramos este prototipo como uno de los patrones iconográficos en los que, andando el tiempo, se basarían los artistas para representar también a   Thálassa, la personificación femenina del mar.
Destacamos  en ambos personajes la belleza de sus rostros, la proporción anatómica y la serenidad general que de ellos emana. Además, ha llamado nuestra atención el tratamiento lumínico de las figuras,   de extraordinaria riqueza y plasticidad.  El mosaísta parece “pintar” con sus teselas: sus pinceladas, casi impresionistas,  se juntan en nuestra retina   produciendo un magnífico efecto de corporeidad en los volúmenes, aspecto que se puede valorar, muy particularmente,  en el torso de Océano y en su bellísima cabellera.

Observaciones:
Mosaico procedente de la llamada Casa del Calendario, en Antioquia, donde pavimentaba, probablemente,  un espacio termal. En dicha ciudad, capital de la provincia romana de Siria, los mosaicos de tema marino fueron muy habituales (Véase Blázquez, J.M.)

Bibliografía: 
Blázquez, J. Mª, «Mosaicos  de tema marino en Siria, Israel, Jordania, Norte de África, Hispania y Chipre», versión on line en http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01048307763478386330035/017028.pdf
Levi , D. ,  Antioch mosaic pavements, Princeton, 1947.
  Rodríguez López, M.I., Mar y mitología en las culturas mediterráneas, Madrid, 2000.

© María Isabel Rodríguez López

No hay comentarios:

Publicar un comentario